Se ha estimado, lo mismo en la
literatura científica que en medios periodísticos, que el 48 % de la población mundial ha presentado como mínimo un episodio
psicopatológico asociado a Distrés a lo largo de la vida.
Uno de esos trastornos es la Depresión Reactiva. Se produce
como reacción al estrés externo. Por esta razón, sus síntomas difieren de otros
tipos de Depresión cuya causa pudiera ser orgánica o genética. Estos son:
- Estado de Animo depresivo, triste la mayor parte del día.
- Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en casi todas las actividades (incluso las que antes se consideraban placenteras).
- Reactividad o mejoría del estado de ánimo en respuesta a acontecimientos positivos.
- Oscilación diurna del estado de ánimo (empeora a lo largo del día).
- Inversión de los síntomas vegetativos (aumento del apetito e hipersomnia).
- Abatimiento (peso en brazos y piernas).
- Rechazo a la relación interpersonal.
- Desesperanza.
Todos estos síntomas, pero
fundamentalmente este último debe ser identificado por la familia, amigos o
grupos en los que el individuo se encuentre con el fin de ser oportunamente
tratado. De lo contrario se corre riesgo de suicidio.
Como en cualquiera de los
trastornos asociados a Distrés, es de vital importancia contar con un adecuado
grupo de apoyo y una adecuada autoestima.
Se ha descrito que el abordaje terapéutico
más efectivo consiste en la combinación del tratamiento con psicofármacos y
psicoterapia. Por tanto, la conducta más adecuada ante esta situación debe ser
la de buscar ayuda especializada lo antes posible.
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